Aunque cuando se es emprendedor se tiene que ser consciente del riesgo del fracaso, existen factores que se pueden evadir a tiempo o simplemente prevenir. ¿Quiere saber cuáles son?
La independencia financiera y el cumplir con una meta personal, son las dos principales razones por las que las personas deciden montar su negocio propio, aunque también se le suman el hecho de no tener un jefe “encima suyo” así como la posibilidad de crecer profesionalmente en el campo en el que estudió.
Y es que en Colombia las iniciativas de emprendimiento aumentan año tras año, no en vano es el segundo país de Latinoamérica que se caracteriza por ese espíritu de creación de empresa y según el Reporte Mundial de Emprendimiento AGER 2014 en el país, el 88% de las personas encuestadas manifiestan una actitud positiva hacia el emprendimiento.
Pero lo que muchas personas no comprenden es que existen varios riesgos cuando se quiere caminar el trayecto para ser emprendedor. Claro que están los dos extremos: aquellos que prefieren no hacerlo para evitar pérdidas de dinero y tiempo y aquellos que se lanzan “a la nada” sin tener, al menos, unas bases fundamentadas sobre un plan de negocio que les ayude a tener una perspectiva a futuro.
Además, hay que tener en cuenta que las pymes representan el 99.9% del total de empresas en el país, que se traducen en un número significativo de 1.681.400 empresas. Pero debido a esos extremos en los que los emprendedores pueden estar, diversos estudios también han demostrado que solamente el 50% de las Mipymes colombianas sobreviven el primer año y solo el 20% al tercer año.
Así, recientemente la Universidad EAN realizó una investigación que analizó e hizo seguimiento a 256 empresas colombianas durante más de 10 años, con el fin de establecer los determinantes para el éxito o fracaso de las Pymes, encabezado por el director Rafael Pérez-Uribe y de la docente María del Pilar Ramírez, a través de una metodología denominada Modelo de Modernización para la Gestión de las Organizaciones (MMGO®).
Las que fracasan
Aunque son variadas las razones y distintas, dependiendo del tamaño y del sector, por lo general, la falta de planeación, de visión estratégica a futuro y las fallas en la correcta administración en los recursos económicos, tecnológicos y humanos; son las principales causas para que un emprendimiento no tenga el resultado que se esperaba o sencillamente, no sea exitoso.
De acuerdo con los académicos de la EAN, “en su afán por obtener rentabilidad, administran acciones cortoplacistas como incrementar las ventas a través de promociones y olvidan dedicarle tiempo a decisiones de largo plazo y no invierten en desarrollo ni tecnología”.
¿Cómo no fracasar?
No sólo hace falta dinero, formación sino también una actitud que permita redireccionar el negocio hacia un camino de esfuerzo y estrategia que permita establecer las bases fundamentales para construir una empresa perdurable.
Entonces, si su deseo, como emprendedor o empresario es hacer que su negocio pueda superar obstáculos futuros, lo importante es construir bases sólidas con las que se pueda defender en los momentos complicados o cuando se presenten crisis económicas.
La sugerencia de los expertos investigadores explica que la gestión de innovación y conocimiento de una Pyme se explica en un 63% por los siguientes componentes organizacionales:
1) Direccionamiento estratégico: Esto se traduce en que los emprendedores deberán tener un plan para el desarrollo de su negocio, en el que tengan en cuenta cuatro variables principales que son: Principios de planeación, sistema de finalidades, valores corporativos y estrategias; que lo que permiten es definir para dónde va la empresa, con qué recursos, mediante qué tiempos y cómo lo va a lograr,.
2) Asociatividad: Esto implica que es necesario pensar que en un mundo económico no se está "solo y abandonado" y es por eso que es necesario comprender cuáles son las personas o empresas que están al rededor del negocio y hacerlos parte del "engranaje" completo. Esto implica: Gestión en el sector y/o en la cadena productiva, Confianza que genera la empresa, Factores de compromiso, Perfil gerencial para la Asociatividad y factores también importantes de éxito en la Asociatividad, como el aprovechamiento de los ecosistemas dinámicos para la innovación.
3) Gestión financiera: Quizá uno de los más importantes y que puede determinar casi el 80% de la buena gestión de los recursos para que no sean malgastados. Este componente debe estar estructurado y desarrollado por seis variables: Inversión, financiación, rentabilidad, información, instrumentos y procesos.
4) Exportaciones: A medida que el negocio crece, cuando no se tiene una visión global y se piensa solamente en quedarse en el mercado local, se puede estar cometiendo un grave error. Este componente exige que por lo menos seis variables estén interrelacionadas y en funcionamiento: Preparación para mercados externos, Talento humano orientado al exterior, Estrategia de la empresa para exportar, Conocimiento y análisis competencia internacional, Diferenciación del producto o servicio y Flujos de información y control.
5) Cultura organizacional: Implica el desarrollo de identidad y de compromiso de los empleados y contempla trabajar cuatro variables: Liderazgo, Participación y compromiso, Desarrollo y compromiso y Creación de un entorno vital para todos los trabajadores.
6) Comunicación e información: Analizado en términos de: 1. Las conversaciones en los ámbitos de la comunicación empresarial (comunicación corporativa, de marketing y con el entorno), y 2. La Gestión documental en ámbitos de la comunicación empresarial.
FUENTE: finanzaspersonales.com.co
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